sábado, 30 de mayo de 2009

¿Dueños de nosotros mismos?



Nunca olvidaré el día en que atropellé a un motociclista y me dí a la fuga. No quiero crear un escándalo, entiéndame, no fui dueña de mi esos eternos minutos. Ver esa moto en el suelo y el tímido muchacho rejuntándose como si fuese una flor, encendió el polvorín que me disparó lejos de ahí. Nunca se lo conté a nadie, hasta hoy.
Por favor, no es lo que parece, no hubo sangre ni persecusiones policiacas de esas que se ven en las películas de acción. No pasó a más porque yo no era más que una ciclista. Sí, increíble, entre tantos y tantos vehículos acomodados en línea de hormigas, lo atropelló una muchachilla en dos ruedas. Hay cosas inexplicables que pasan todos los días, pero si me meto de nuevo a esa escena, sólo sé que si las posiciones de mi bici y su moto hubiesen estado invertidas.... el fugitivo hubiera sido de género masculino.
Cuando le abrimos la puerta al miedo, dejamos de ser nosotros, actuamos como extraños con nosotros mismos. Tomamos un café con él y lo dejamos que tome las riendas del momento.
Este capítulo es nuestro secreto...


jueves, 28 de mayo de 2009

Trampa en un riel



No es muy tarde, creo que si no estuvieran enalgodonando el firmamento ese montón de nubes, el sol depuntaría las 4, o 5 pm. Me despido de V con una llovizna por compañía, me gusta caminar, y hacer equilibrio sobre la línea de esos viejos rieles.

Mi andar se torna más lento, la concentración y coordinación me mantienen abstraída de todo, ya no pienso en la cena, en el cumpleaños de mi hermana, en mis labores, sólo en no caerme, ridícula competencia conmigo misma.

Es pleno centro de la capital pero ya no escucho nada, sólo un murmullo, a lo lejos, pero qué más da el ruido cuando el momento es mágico. Las piedras se alegran de mi visita, es como si se les hubiera quitado lo gris...

Un no sé qué en ese susurro lejano, que se va haciendo más claro y menos distante, me hace levantar la mirada del suelo, del riel, de las piedras, y de lo que pienso... De pronto, sin ser yo experta en física: ...¡Acción-Reacción! ...

Sin estar segura del todo, mi instinto me descarriló y me apartó de las vías férreas, apenas para darme cuenta de que el tren estaba pasando a tan solo unos pasos de mí, su silbato me grita a más no dar. ¡En qué mundo estoy! ¿Cómo no me acordaba que los trenes pasan y que no pueden desviarse de su ruta?

No estoy conciente de lo que está pasando, no me alarmo, no digo nada. Sólo sé que uno a uno los vagones pasan cerca de mi impávida silueta, ajetreándome el cabello y alejándose, y perdiéndose para siempre en esa infinita perspectiva que tengo del horizonte.

Sigo caminando pero ahora por la acera. No llueve ya. Recupero el ritmo, me espera la cena que tengo que preparar y un cumpleaños que va a empezar. Hoy no voy a quedarte mal, hermana, no podría, porque hoy ya quedé bien.


lunes, 25 de mayo de 2009

Libras de sueño

















¿Dónde me venden el sueño por libras?

Mis pupilas dilatadas perciben en el entorno

a gente mercadeando todo tipo de cosas, sigo buscando.

Tú que notas mi presencia, no calles como las calles...

que te daré tu recompensa

si me indicas dónde comercian lo intangible,

quién tiene la fórmula para volver a soñar.

Busco en cada tiendita de la avenida,

porque no puede ser tan lineal y cuadrado el comercio,

debe moldearse a la demanda de los insomnianos.

viernes, 22 de mayo de 2009

Sembradío de alegrías

Saco de mi saco de experiencias,

el no depender de las estaciones

para sembrar virtudes.

De este lado del globo terráqueo,

el clima es sólo seco o lluvioso,

las navidades sin traje de nieve,

las peores ventizcadas

hojas verdes en los árboles,

las sequedades de verano

un flujo de lluvias infinitas,

y las alegrías del alma

una flor delicada

que ocupa ser cuidada,

haga sol, llueva, truene, tiemble.

Mis paraguas se van

Me ha tocado convertir en osadía lo que se describiría comunmente como problema.
Ah, yo y mis paraguas. Los he tenido de todos los colores, uno para cada mayo. Las lluvias y los abejones vienen con ese mes, ellos se van, ellas permanecen mucho más.
Cuando como siempre, me di cuenta que mi paraguas no estaba conmigo, di un giro de 180º y empecé a correr (literalmente) a la terminal del bus, tenía que devolverme 2 cuadras, y esos perversos tacones estaban jactándose de mi desasociego.
Cuando llegué al fin, el chofer no esperaba que una muchacha con atuendo de ejecutiva, con un bolso, un portafolio, una bufanda y otras tantas cosas que me estorbaban, hiciera lo que hice.
Porque podía, como cualquier persona, pagar de nuevo el pasaje y recuperarlo de en medio de esos asientos que tenía por guardianes.
Pero quise poner a prueba mi espíritu de aventura y me tocó hacer todo tipo de malavares y piruetas para no pasar por en medio de las barras eléctricas, y recuperar lo que no quería perder ya más. Hubieran visto la cara anonadada del señor, jeje. El chofer no sabía es que mi infancia fue de árboles de limón, y la flexibilidad, una de mis virtudes.
Mi paraguas, yace aquí conmigo, y parte de mi infancia también.

martes, 19 de mayo de 2009

¿Enloquecerá?


Lo sé. Lo sabes. Sé que lo sabes. Sabes que lo sé. Sé que sabes que lo sé. Sabes que sé lo que sabes. Sé que sabes que sé lo que sabes que sé...
Espero que haya quedado claro algo jeje.

Los idiomas, especialmente el mío, tienen esa peculiaridad de enredar lo que es sencillo, de girar en torno a algo una y otra y otra vez hasta envolverlo en confusiones, y darle a lo que es importante, un matiz diverso, casi intangible, baladí, para no pensar "en-lo-que-será".



Juego de Estrategia


Se supone que la extrovertida soy yo... No sé por qué no termino de convencerme, porque me cohibo ante una cuantiosa regalía de tu mirada de esmeralda.
Si tuvieras noción de las horas que me has robado, maquinando salirte en las intersecciones de los caminos por donde transitan los diálogos, esos que quizá jamás germinrán.
Rebuscando calarte la memoria, ideando infiltrarme como espía en esas regiones inhóspitas donde te empacas.
Intentando decifrar la manera de resolver el laberinto sin paredes que construiste con el tiempo. Y sos listo, si la clave clavaste en el camino sabes que desgastaré mis pies por encontrarla.
Por eso ando por la ruta algo cabizbaja, no porque haya perdido la pista sino porque estoy buscándote todavía.

___
A F

lunes, 18 de mayo de 2009

Converse



Sé lo que es levantarme justo con el sol para fundirme en un derroche de ideas
con una computadora por compañía, como si a ella le importase lo que yo hago,
y terminar hasta el día siguiente con la inspiración arrastrándose en el piso
hacia la puerta de la casa, queriendo escapar a algún lugar, sólo eso, algún lugar,
donde pueda tener un momento de paz, sólo uno, y cargar pilas, para que el día siguiente,
pueda acompañar al sol a salir de nuevo.

La vida es muy corta y el estrés es tres veces más mortal de lo que queremos creer...

Cante, ría, juegue, converse (¡con alguien!), viva, improvise, aunque sean 10 minutos por día.

Aguas profundas


Si te describiera la forma

en que se grafica mi curva de atención,

lo sabrías, no es como una montaña.

A veces ni siquiera está

por encima del nivel del mar.

Es por eso que me disperso,

cuando nado en aguas profundas

luchando por salir a flote,

por no ahogarme, en cada

oleaje de pensamientos...

...Mientras tú,
Tú crees que soy distraída.

Soy Letras, Tú Números.


Al ver desfilar la pasarela interminable de los puntos contenidos en la línea que traza la dirección de tu concéntrica mirada, si y sólo si va a dar a la mía, es cuando entiendo de matemáticas.

____
A F

viernes, 15 de mayo de 2009

Hojas verdes, hojas secas



Sólo tengo que levantar la cabeza para ver descencer a esas intrépidas hojas que se lanzan en "bungee" inalámbrico desde el puente de rama de árbol que está ahí afuera.

¡Qué hermoso! Casi se me había olvidado que tenía acceso a ver las cosas bellas. No puedo pensar que están rumbo a su destino final, porque no es fatal.

De pronto vuelvo a verlos a todos a mi alrededor ahí ceñidos, frente a esa pantalla que les consume los días, sin siquiera pensar en levantar la mirada y penetrar en ese mundo que está tan cerca, pero para ellos tan distante, al otro lado del ventanal.

No soy...


...la princesa de la boca de fresa de Darío,

...la clave de sol de Sabina,

...el poema 20 de Neruda,

...un soneto cualquiera de Shakespeare.

...la musa de tu inspiración...

...No soy.

Soy sólo una niña sin zapatillas,

sobre el hielo de tu mirada.


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¿Por qué no me creen si digo que de verdad no está dirigido a nadie?


martes, 12 de mayo de 2009

Ningún otro lugar



Con una sonrisa y un cerebro a medio funcionar, no terminé de enlazar la presencia de esas tenazas en el estuche de esa vieja guitarra.

No quise objetar, pero... ¿No debe estar un alicate en la caja de herramientas? ¿Es que acaso se disiparon ya esas barreras que definían lo lógico y racional?

Sé que todo tiene una razón de ser, y noté la ausencia de clavijas en el clavijero, imprescindibles para la afinación de las cuerdas y los sentidos.

Tuve que recurrir sin más alternativa, que a las plateadas pinzas, para afinar.

NO, no tenían que estar en ningún otro lugar.

Por más desatinadas que parezcan las cosas, ud no debe estar en otro lugar que en el que está.



lunes, 11 de mayo de 2009

Hermetismo



Si 94% del universo se desconoce todavía
y si la luna tiene una cara que no vemos, allá arriba;
no pretendas conocerme en un día, o en una vida.



domingo, 10 de mayo de 2009

Viaje al pasado


En ese barrio que percibo en tonos sepia, hay dos niñas de kinder en sus uniformes celestes, una tiene el cabello oscuro y rizado, es un poco reservada, la otra nunca tendría definida la forma de su cabello y era más extrovertida. Apenas y se conocían, sin siquiera sospechar que ese inicio no tendría fin.

R, hablar con vos me teletransporta a otros tiempos, a lugares mágicos que amenazaban con fugarse de puntitas apenas yo me volteara.

Es como si al tiempo se le hubiera olvidado pasar por este lugar a hacer sus mandados. Como si no hubiera podido embaucarnos en sus enredos.

Tu casa, aquella que recuerdo enorme, se encogió un tanto, pero conserva sus rasgos principales, justo como vos, y el viejo muro en su lugar.

El asunto es que ahora tus rizos se mudaron a tu alma, y lo claro las fibras de tu corazón está impregnado en las doradas hebras que engalanan tu siempre amena presencia.
Cuánto lamento que el banco de la vida no te haya pagado con la misma moneda con la que invertiste ahí, tus sueños.

sábado, 9 de mayo de 2009

Muerte a la báscula


Usted las ve por la calle y no puede distinguirlas. Pueden trabajar o estudiar con usted. Puede ser incluso su familiar y hablar con ud de muchas cosas.

Aprendimos a dar gracias por los alimentos pero ahora sería buena idea también hacerlo por el hambre que sentimos para poder comerlos.

Lo cierto es que hay muchas que sufren en silencio, muchas que batallan día a día con trastornos alimenticios, queriendo comer quizá lo que ud y yo comemos con tanta naturalidad.

Pero el espejo las tumba, la publicidad las señala, la moda las ata, los hombres las claman (muchos no saben el costo) y para colmo la envidiosa báscula les da la estocada final.

Es entonces cuando sus fuerzas flaquean tanto, como sus cuerpos, que se convierten esclavas de sí mismas, en prisioneras de una cárcel de huesos humanos, de sus huesos.

No más muerte lenta chicas, que las torturas están abolidas hace años ya.

viernes, 8 de mayo de 2009

Sin pies ni cabeza

















En qué momento, en qué tiempo,
qué tuerca se salió de su lugar,
en qué intervalo de tiempo
lo malo cambió a ser bueno,
lo bueno a ser no tan malo,
dónde estaba yo cuando de pronto
lo incorrecto pasó ser medio correcto,
lo correcto a ser casi incorrecto,
lo honesto a ser desonroso,
lo inmoral a ser la nueva moral,
por qué nadie me dijo que de repente
ya no hay prohibiciones,
ni verdades, ni mentiras,
que todo es relativo...
que nada es para siempre.
Por qué casi todos hacen caso a la corriente
de un mundo que perdió los pies y la cabeza

miércoles, 6 de mayo de 2009

El pequeño profesor (Historia verídica)


El día de ayer empezó de noche. La caza de estrellas nos destinaba irremediablemente a velarnos mutuamente la presencia. Mi primera gira astronómica me hinchaba las espectativas.

Y así emprendimos el viaje cuesta arriba. Después de 2 escalofriantes horas el bus se detuvo en medio de la nada, sabía que habíamos llegado.

El frío que se nos puso de guarda hasta en los huesos era el costo de un lugar sin luces artificiales, el corte en la respiración y la desaceleración de las pulsaciones empezaba a apoderarse de nuestros cuerpos mortales.

Nada que rescatar hasta el momento, hasta que el profesor le entregó el puntero láser astronómico al chico. Rondaba los 18 años, usaba lentes y según supe después, olvidó sus guantes.

-¿Qué señalo?- dijo el muchacho con voz cohibida pero firme.
-Lo que quiera- exclamó muy convencido el profesor.

Y así sin más, como quien se encontrase en su charco estelar, empezó a cazar estrellas. Las señaló una a una con el instrumento mágico como si fuese una presentación magistral en power point, la mejor que he visto y a la que se unieron en segundos todos los demás, despojando al expositor de la "música de fondo"

Demostró un conocimiento astronómico más allá de los límites de un muchacho común. Yo que estaba justamente a su lado, adelante, sabía que era un niño. Pero era obvio que, los que sólo veían sus espaldas, juraran que era el otro profesor.

¡Magnific!, decía yo para mis adentros, mientras lo tenía a la par deseando que no se callase jamás. Pero las nubes le ganaron la partida.

Cuando hubo terminado, hablamos de esas cosas que se hablan y son propias del momento. Aprendí también que la luz roja no encandila al leer, su foco tenía peculiarmente el lente teñido de rojo.

-Las nubes llegaron para quedarse- dije cuando ya no se veía ni la luna, y nos alistamos para la partida. Cerca de que llegara la hora de no verlo nunca más, me reveló su secreto.

Hoy, apenas unas horas después de la vigilia, heme aquí, leyendo sobre el Síndrome de Asperger, donde no entender el sentido figurado, los sarcasmos, o doble sentido es el costo de un razonamiento extremadamente refinado, una gran concentración y una memoria casi perfecta.

La astronomía es ordenada, puntual, no requiere contacto con los disvaríos de esa gente de afuera, inconstante, humana, la astronomía no te fallará jamás como ellos, por eso es tu obsesión, tu compañía.

Sólo que ayer... demostraste ser la excepción.
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Al pequeño profe, D.