viernes, 29 de enero de 2010

Otro dia del padre para agendar (Cuento)


El sol estaba en el cenit, arrancandole la sombra que le acompanaba y escondiendosela debajo de los pies. El usualmente arrastraba su voluntad en las calles, buscando ventanas de madera en medio de los muros de concreto banandos en alambres de puas. Nadie le conocia ahi. En realidad nadie lo conocia en ningun lugar.

Como buen romantico empedernido, tenia la costumbre de escribirle en las servilletas del almuerzo, le hacia canciones. Le escribia todos los dias. Sabia que cuando la encontrara la iba a rociar de todo tipo de atenciones, como en los buenos tiempos.

Si hay algo que el no recordaba, y que le agotaba el pensamiento de cuando en cuando, fue el por que ella sigilosamente desaparecio, partiendole la esperanza y derramandosela por los adoquines de aquel entonces.

El la perdono desde siempre.

Nunca encontro a su dama, a la que el siempre se refirio como la mujer mas linda de todo el mundo y de todas las generaciones. Todavia la busca, creyendo que esta afuera de ese lugar a donde no sabe por que esta vestido como todos, por que lo trataran tan mal. Y es que nunca se acordo que el la sepulto de un empujonazo que la hizo descender de las gradas a la tumba.

"El diagnostico todos estos anios del Sr Chavez, ha sido un comportamiento intachable, siempre se levanta y se asea muy de manana. No tiene ningun problema con los otros internos, pero parece que la angustia por la espera se le escapa por cada poro. Es mejor que no le diga nada, que no recuerde. Gracias por su preocupacion".-dijo el dr. Martinez.

"Es mejor asi, Dr, gracias"- alcanzo a decir el poco aire que tenia para exhalar. De todos modos el no puede dimensionar la embergadura de mi situacion con su salario quincenal.

Asi me devolvi, con la tarjeta de felicitacion del dia del padre, y con mis ganas a cuestas. Despues de todo, no escogimos tener esquizofrenia, y mi madre siempre lo supo. Asi que con la resignacion que me ha particularizado desde entonces, regrese a mi pabellon. Por lo menos lo veo con cierta frecuencia. No lo culpo, yo tampoco se por que estoy aqui. Pero tampoco quiero saber. Lo que se, es que yo tambien escribo todos los dias.
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Disculpas por la mala utilizacion del espanol, no tengo la letra que esta entre la n y la o, ni tildes, y tampoco se configurar el teclado. Hoy lo que hice fue probar con un estilo diferente de escrito.

lunes, 18 de enero de 2010

Doble identidad

Quisiera visitar mi vieja casa, unas cuantas calles alla abajo. Traspasar el muro. Saludar. Con una mirada disimulada completar mi pesquisa, saber qué ha sido de mi mozaico, mis paderes de madera, cargadas de mas años..

Decifrar si alguien habra hecho un jardin. Mientras acepto un fresco o un cafe, quisiera fijarme si alguien volvio a rayar las paredes. Revestirme de suaves tonos infancia, buscar en los ajenos adultos a los entrañables niños del barrio.

Otras veces siento que no soportaria mirar esa casa, merodearla con instinto sabueso, sin que no se desplome sobre mis hombros el peso de descubrir que quiza, solo quiza, sea hoy otra persona.

lunes, 11 de enero de 2010

Invier-NO anunciado


Se que el viento viene para mover lo que no quiero, la basura que me devuelve, las hojas de papel que alborota, y quiza las fibras que me estremecen.

Pero si sale el sol, puede quemar mi ánimo, mis fuerzas, puede secarlas, puede "morenearlas". Mi piel es solo el reflejo del ánimo, espejo de mis adentros.

Cuando llueve se me moja la Ilusión, me cuesta exprimirle luego las gotas y volverla a dejar sequita, no lo logra mi secadora de cabello.

Quiero dejar de quejarme como todos, de todo, del frío, del sol, del calor, de la lluvia, de mi perro, del vecino, de los huecos en las calles...

En ese instante el viento me responde lo que NO quiero oir, entre las ramas que se agitan vehementemente, como haciendo lo que quieren, quizá hasta me recuerden un poco a mí.

Balanceando sus figuras de hojas, ruedan por la calle sin haber quien las detenga, cual prisionero escapando, el aire les da la libertad que nos roba ahora el abrigo que necesitamos de tanto frío.

No sé cual es mi obsesión con los árboles, ¿será que cada vez los veo mas irritables, más secos por dentro, con menos naturaleza de arbol? ¿o simplemente estoy proyectando-me?

lunes, 4 de enero de 2010

¿Ana-cronista?




Mientras te enfrentas a la más compleja de las ecuaciones que hiciera la calcu-ladora mente de tu ser, y a los análisis exhaustivos, convirtiéndome en tu trabajo de campo, a mí me desvela el dilema que tengo enfrente. Filosofar no me dará la respuesta pero me ayudará a entender el camino. Resulta que no hay igualdad en la ecuación, ni racionalidad en el dilema.

Cambiar calendarios, reemplazar archivos y carpetas viejos. Eso pierde valor al morir el año. Pero nosotros adquirimos y reutilizamos todo ese valor desechado en papeles, para impregnarnos de él, y revestirnos.

No creo que me vayan a poner el sello del anacronismo. Tampoco es que esté sumida en un letargo somnífero que me obstruya la razón. Solo, es solo que soy feliz.
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A F