jueves, 17 de febrero de 2011

Lo redondo de un zafiro.


Un día me desperté y el anillo seguía ahí, mirándome como si nada. De modo que no era un sueño. De modo que... Qué más da. Sí, es bellísimo y la verdad me sienta muy bien con mi azulada e intrépida personalidad. Caramba que este condenado F tiene un gustazo.

(Asimilando)

La vida es tan corta, que no queda más que vivirla rápido.

El sol ha dado las 12:00, sobre mi cenit el astro tiñe mi ambiente y ambienta mi imagen rojiamarilla. No sé si eso combina con mi anillo pero más vale que nos adaptemos el uno al otro si es que piensa habitar en mi dedo anular izquierdo esta temporada.

No le huí al zafiro ni a lo que simboliza entre nosotros, sólo espero que él no huya de mí.
Pdt: No solo la princesa de Inglaterra se compromete de azúl, carajo. Jeje

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A.F