Y que somos llevados de tiempo en tiempo,
a vivir de un mundo señorial a uno empaquetado en plástico,
de uno donde ríes e inventas el sendero del destino,
a otro donde te cobran cada idea, cada minuto, cada cena.
Justo ahora que intentábamos traspasar del reposo del ventanal,
a calles interminables y onduladas; sin viento, sin miedo al canto urbano,
llueven críticas de un miedo que no nos sigue,
que se desvaneció al inicio de los tiempos.
y una nube de encallados secretos rodará del balcón,
develando la luz de la mirada pálida en tu mañana,
y yo no sabré si no esbozarte dos palabras.
Y seguirán las estaciones latiendo en este corazón de Tierra.
1 comentario:
Me mece el ritmo de cada uno de los versos y me empapo de las palabras que contienen.
Y me hablan, y me dicen...
Pero, ante todo, me alegra encontrarte de nuevo
Un beso, Duedecilla.
Juanjo
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