domingo, 17 de octubre de 2010

5:45 pm, tratando de movilizarse en la ciudad


Ya puedo decir que me sacaron a bailar en un bus, con el pasillo como pista de baile. Jaja..

¿Ven lo antojadizo del asunto? ¿Qué me faltará por ver en esta vida? (Siempre que me lo pregunto sale algo nuevo, en versión mejorada y edición ilimitada)

A mí. Bailar. En un bus.

Vamos a romper el orden cronológico para que atinen a gozar un poco de lo que yo, ese día, que bien pudo haber sido esa noche.

Resulta que no quiero ni imaginarme y menos medir la cantidad de horas que viajo en bus al año, al mes, o en el caso más dramático, al día. Sería algo triste...

En una de tantas, un muchacho interpretaba canciones andinas con dos instrumentos del sur de América, cuyos nombres por supuesto, mi memoria cortoplacista no quiso retener. Ejecutaba las piezas con cierta gracia, he de admitir. Casi todo en él reflejaba esa identidad indígena. Excepto una cosa. Una terrible situación que contrastaba con toda la estampa autóctona: ¡Tenía un acento "quasi español"!. No era español eso lo sé. Una incomodidad mezclada con pena ajena me lo indicaba. Percibí que hasta en eso se arrastra la colonización, es el colmo.

Era hora pico. La presa estaba bastante acongojante y en el trayecto iríamos llenando el busecito. Presentía.

Era medio ameno el sureño, y en una de tantas "capeadas" de huecos en la calle, por parte del bus, y casi caídas del músico encima de los presentes, se le ocurre decir: "Sras y Sres, es hora de formar parejas de baile y arrasar con la pista", eso lo dijo mientras señalaba el pasillo del bus y su sonrisa hacía un contraste de película ante los rostros de estupefacción del resto. Mientras inició su melodía, un cuchicheo se dejó oír, todos inquiríamos sobre el humor del joven.

Al finalizar sus notas, dijo que ya que el "público" estaba tan tímido habiendo damas tan hermosas, pues que le tocaría a él ser el valiente. Y sin más ni más me extendió la mano y me hizo una reverencia que no quise entender. Solo atiné a reír como una desgraciada. No lo creería si no lo hubiera visto y oído con mis propios sentidos.

¡Cada historia!

8 comentarios:

Max dijo...

muy bueno... me gusto bastante
pasa http://relatosdeundesquiciado.blogspot.com/

Franher dijo...

Ya tenes suficiente material para publicar algún libro... algo así como "Crónicas de transporte publico" =)

Sa Lluna llèpola. dijo...

Ojalá todos los lugares estuvieran llenos de personas así, que al final llenan de magia un pequeño lugar, y nos hacen especial aquel camino tan solitario y aburrido.

JJ dijo...

Realmente sorprendente. Me hubiese gustado verlo.
Me gustó leerte de nuevo.
No sé porqué no me aparecieron las actualizaciones, suerte que vengo de vez en cuando y me llevo estas sorpresas (agradables : D )
Un beso con mi acento español

Fabiola.estropus.dementis. dijo...

Si con tan solo leerlo me llene de alegria, felicidad, emocion, me rei y sonrei aun mas.

Si hubiera visto eso como tu... creo que las emociones se hubiesen potenciado.

Me gustaria vivir eso, y bueno es una buena experiencia espero te hayas divertido.

Duendecilla Verde dijo...

Gracias, la verdad sí que la pasé bien. Jaja.

Black Star dijo...

Me tomare el atrevimiento de robarme la foto.. y muy lindo tu relato, el mio tambien ocurre arriba de un colectivo... asi que denuevo gracias por la imagen

Lydia dijo...

Precioso!