
Con el tiempo un hombre tiene que...
Volver a sacudir el yelmo acobardado por viejas batallas,
revestirse un día con la coraza embalsamada de otras épocas,
donde se respiraba con pulsaciones más aceleradas,
cuando cada día vivido era una entrega total.
Sujetar esas sandalias
oxidadas por la memoria
y memorizadas por el óxido.
Escoger entre espada, daga;
ofensa, defensa.
El cuero que por dentro le amortigua el bronce de la coraza,
no le defiende de las flechas que emanan
de viscerales cicatrices
nacidas en las entrañas de ese soldado genérico
casi empaquetado y con código de barras.
La batalla,
la batalla del soldado
ahora anda en ruedas,
navega en internet
se viste de elegancia
y come en restaurantes.
Las luchas de los hombres
siguen siendo iguales
si se miran desde adentro.
1 comentario:
Me gusta el transfondo de esta entrada... Recuerdo I.B.B.L (E.D)
"Las luchas de los hombres
siguen siendo iguales
si se miran desde adentro."
Me deileito tanto en tus escritos!
F
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