viernes, 12 de marzo de 2010

Dosis de estrés postraumático
















Hoy no me siento yo, sin dejar de serlo.

Me barnizaron en malas noticias,

quedé tendida con mis palabras regadas en el suelo,

atrapándolas con la telepatía de un abrazo irreal.


Un nudo de ilusiones se me ata cada vez más fuerte en mi ser,

tengo que zafarlo pero las herramientas no están a la redonda.


No me proyectes, palabras ajenas como espejo en tus acerbos labios.

El que sea acérrima, no significa que tenga que andarme citando con cuanto psicólogo se le ocurra a ya no sé ni quién.

Argüir mis verdades tiene la facilidad que tiene quien viaja en la estela de un cometa, de quien se calienta con la luz de una estrella.

El que esté libre de trastorno que tire la primera ofensa.

Es toda una hazaña salir y volver de la memoria sin vendas ni cicatrices, vamos, que no solo las manzanas envenenan.

No sé cuántas vueltas han dado las agujas del reloj o seguirán dando, no sé si en realidad hay reloj, no sé si de verdad enloquecí.

_____
A F

1 comentario:

Anónimo dijo...

Inthuis von kostovo... espero puedas perdonarme, siento un dolor muy profundo por o que pasó. F