Por dentro no sabía explicarme por qué hasta hoy no tenía un blog personal.
Quizá ese reselo de saber que puede ser leído aunque sea por mi sombra
ha inhibido el derecho a ejercer mi libertad de expresión (nivel internet) estos años.
Hoy mis dedos, comandados por un giro de 180º en mi mente,
han querido empezar a trazar una nueva ruta
han aceptado el reto de nadar en aguas profundas
y de surcar cielos implacables.
Gracias V, no lo sabes, pero hoy el aliento que inspiraron tus palabras, hizo eco en forma escrita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario