miércoles, 3 de diciembre de 2008


Si al partir de este mundo llego a decir que tuve una persona que de verdad me admiró, y si ese alguien está ahí, diré que fui feliz y todo habrá valido la pena.

Hubo un tiempo en mi infacia en el cual lo hubiera dado todo por desfilar en cada alfombra roja, seguida de paparazzi. En fin, por ser famosa.

La vida misma nos aterriza paulatina o súbitamente y chocamos con la realidad tal cual es. No es que nuestra mirada se nos caiga al suelo, seguimos viendo las estrellas y cuanto astro irrumpe el firmamento, pero ahora somos concientes de que nuestros pies están en tierra firme.

Sin embargo hay quienes no se salieron de su nidito de sueños, y que por el nimio hecho de salir en televisión se inflan en ego. El otro día, con V vimos a uno de esos civiles con nada más y nada menos que... Guardaespaldas en un centro comercial!! Jajajaja, por favor!, he visto a ministros en la calle sin escolta.

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