
Hay correos en mi bandeja de entrada,
de esos que nunca leeré,
que se amarillentarán entre espacios infinitos
y que como agua derramada, dejaré perder.
Hay llamadas que nunca contestaré,
castigando a las paredes con el grito del teléfono.
Hay mensajes que nunca llegarán,
besos que nunca daré,
letras que no compondré,
madrugadas que no velaré.
Y es que simplemente hay instantes que no viviré. Lo sé.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo. Tenemos que dejar de hacer cosas por hacer otras en la vida. Y eso pasa sieeeempre!
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