jueves, 22 de enero de 2009

Ambiguedades a puertas cerradas.

Al abrir mi ventana al mundo una vez mas, noto que estos puentes de rios pavimentados y peces en ruedas no alimentan mi espiritu.

Intento concentrarme en la belleza de sus colores pero hay un sonido perturbador que embrutece los sentidos.

No se si pido mucho. Solo queria tener una rama ajetreandose al otro lado de mi ventana, para colgarle un neumatico en el cual me meciera el viento, rama que me diera sombra en el dia y complicidad en la noche.

Solo queria un jardin con flores que no se marchitaran con las estaciones, para inventarme una primavera perpetua de pensamientos floridos.

Pero cierro las ventanas y puertas a ese mundo que solo esta en mis adentros, porque creo que ya no quiero perseguir mas rosas teñidas de azul al duro precio de su esencia. Ni tampoco desfallezco ya por sumir mis madrugadas de desvelo en los campamentos de antibibliotecas que se instalaron en mi estancia y que no termino de leer.

No quiero vivir en la mentira aunque me pinte una sonrisa, porque puede mutar en esbozo.
De pronto algo muere dentro de nosotros,
la fantasia.




No hay comentarios: