viernes, 12 de febrero de 2010

Vagas Reflexiones

Fotografía por FHM


Experimentando con las leyes de la física,
pensé que el traspasar la pared de la mal llamada ignorancia
me llevaría a su cotizado y mal llamado antónimo,
y que pertenecería al fin a esa selecta esfera.

Pero no hay nadie del otro lado,
por lo menos no nadie humano, o humanoide.
Me devolví hecha un nudo de fórmulas y cálculos
a la realidad aterrizada en una bocina gritona y mal educada.

La gente no se quita el saco de su comodidad,
quedándose de este lado de la acera
así esté su semáforo en verde.
Me incluyo, me concluyo.


Si me sentara con mi silencio en una esquina del barrio,
si comprara palabras indecibles a un precio inaccesible,
si tan solo grabara mis sueños cada noche de olvido
para proyectarlos en un DVD,
o si tuviera la desfachatez de malencarar
a ese señor encorbatado quien llaman Porvenir;
al menos me colgaría el título de "valiente" en mi Currículum Vitae.


Siento que se deshacen las nubes, en puntiagudas gotas de insomnio,
absorbiéndome entre estas ventiscadas de un otoño que no conozco,
sequedades de un verano que es perpetuo,
nevadas de un invierno con olor a leyenda ya,
leyenda que no ha muerto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En muchas de tus reflexiones he encontrado el orden a pensamientos confusos, libertad de alma ... Me agrada leerte. Sabes que lo hago desde hace mucho tiempo; a pesar de ser este mi primer comentario... Discúlpame si todo este tiempo he pasado como una sombra en "la ruta del viento"...

Un cálido abrazo... F