miércoles, 6 de mayo de 2009

El pequeño profesor (Historia verídica)


El día de ayer empezó de noche. La caza de estrellas nos destinaba irremediablemente a velarnos mutuamente la presencia. Mi primera gira astronómica me hinchaba las espectativas.

Y así emprendimos el viaje cuesta arriba. Después de 2 escalofriantes horas el bus se detuvo en medio de la nada, sabía que habíamos llegado.

El frío que se nos puso de guarda hasta en los huesos era el costo de un lugar sin luces artificiales, el corte en la respiración y la desaceleración de las pulsaciones empezaba a apoderarse de nuestros cuerpos mortales.

Nada que rescatar hasta el momento, hasta que el profesor le entregó el puntero láser astronómico al chico. Rondaba los 18 años, usaba lentes y según supe después, olvidó sus guantes.

-¿Qué señalo?- dijo el muchacho con voz cohibida pero firme.
-Lo que quiera- exclamó muy convencido el profesor.

Y así sin más, como quien se encontrase en su charco estelar, empezó a cazar estrellas. Las señaló una a una con el instrumento mágico como si fuese una presentación magistral en power point, la mejor que he visto y a la que se unieron en segundos todos los demás, despojando al expositor de la "música de fondo"

Demostró un conocimiento astronómico más allá de los límites de un muchacho común. Yo que estaba justamente a su lado, adelante, sabía que era un niño. Pero era obvio que, los que sólo veían sus espaldas, juraran que era el otro profesor.

¡Magnific!, decía yo para mis adentros, mientras lo tenía a la par deseando que no se callase jamás. Pero las nubes le ganaron la partida.

Cuando hubo terminado, hablamos de esas cosas que se hablan y son propias del momento. Aprendí también que la luz roja no encandila al leer, su foco tenía peculiarmente el lente teñido de rojo.

-Las nubes llegaron para quedarse- dije cuando ya no se veía ni la luna, y nos alistamos para la partida. Cerca de que llegara la hora de no verlo nunca más, me reveló su secreto.

Hoy, apenas unas horas después de la vigilia, heme aquí, leyendo sobre el Síndrome de Asperger, donde no entender el sentido figurado, los sarcasmos, o doble sentido es el costo de un razonamiento extremadamente refinado, una gran concentración y una memoria casi perfecta.

La astronomía es ordenada, puntual, no requiere contacto con los disvaríos de esa gente de afuera, inconstante, humana, la astronomía no te fallará jamás como ellos, por eso es tu obsesión, tu compañía.

Sólo que ayer... demostraste ser la excepción.
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Al pequeño profe, D.

3 comentarios:

life coach dijo...

I've just came across to your blog.
Interesting blog!
Cheers..:-)

Duendecilla Verde dijo...

Really? Thank you!

sedival dijo...

wow...nice pic.....