viernes, 22 de mayo de 2009

Mis paraguas se van

Me ha tocado convertir en osadía lo que se describiría comunmente como problema.
Ah, yo y mis paraguas. Los he tenido de todos los colores, uno para cada mayo. Las lluvias y los abejones vienen con ese mes, ellos se van, ellas permanecen mucho más.
Cuando como siempre, me di cuenta que mi paraguas no estaba conmigo, di un giro de 180º y empecé a correr (literalmente) a la terminal del bus, tenía que devolverme 2 cuadras, y esos perversos tacones estaban jactándose de mi desasociego.
Cuando llegué al fin, el chofer no esperaba que una muchacha con atuendo de ejecutiva, con un bolso, un portafolio, una bufanda y otras tantas cosas que me estorbaban, hiciera lo que hice.
Porque podía, como cualquier persona, pagar de nuevo el pasaje y recuperarlo de en medio de esos asientos que tenía por guardianes.
Pero quise poner a prueba mi espíritu de aventura y me tocó hacer todo tipo de malavares y piruetas para no pasar por en medio de las barras eléctricas, y recuperar lo que no quería perder ya más. Hubieran visto la cara anonadada del señor, jeje. El chofer no sabía es que mi infancia fue de árboles de limón, y la flexibilidad, una de mis virtudes.
Mi paraguas, yace aquí conmigo, y parte de mi infancia también.

5 comentarios:

JJ dijo...

Hola Duendecilla:
Siempre es una delicia leer tus textos.
Me ha gustado y particularmente el desenlace.
Deseo que nunca pierdas toda tu infancia.
Un beso

Villa dijo...

El inapacible mar resuena en un intento de reclutamiento de ahogados sobre mi gélido cuerpo, mientras un colorido y cálido salvavidas alcanza mi mano.. sólo para dejarme saber que la no-sobreestimada profundidad del pensamiento y alma de un ser se encuentra de alguna manera ligada a la de otro, tal vez sin saber..

Es una alegría encontrar más gente para la cual la vida no es un balde lleno de superficialidades..

Me gusta como escribes!, seguiré pasando a curiosear.. n.n

Un abrazo.

Duendecilla Verde dijo...

Gracias a ambos.

Ana Silvia Salas Ramírez dijo...

yo sugiero q te compres un bolso de esos enormes donde podás meter todo y asi dejes de andar dejando la mitad de tu capital perdido

siempre andas medio mundo en las manos y asi no se puede amiga jeje

Duendecilla Verde dijo...

Sería interesante eso de reducir mis penas, Sil. =)