jueves, 29 de julio de 2010

Oficio matutino



Tener que correr la cortina de rencor, y doblar sus pliegues uno a uno. Barrer este lugar de silencios dormidos en las esquinas. Replantar el jardín, recortar la maleza que ha crecido en estos años de contacto con lo externo, con el mundo y su séquito.

sábado, 24 de julio de 2010



Esta canción mantiene viva mi inspiración, latiendo en cada tecla.. La voz de Nataly es sublime, y su música es enviciante. Ojalá les guste tanto como a mí.
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Seré culpable de improvisar un discurso pintoresco en el camino..

.. de introducirme por debajo de la puerta en tus días de lluvia.


Calmas mis aguas agitadas, llenas de tranquilidad la inmensidad.

El paisaje en esas playas no es lo que solía, condominios y casas de lujo nacen ahora en las montañas fallidas, oscureciendo la tarde y lo que fuese claro del mar.

Seré culpable de quejarme, de ser una inadaptada social, pero no de dejar de tejerte en prosa, adalid de mis latidos y mi voz.

viernes, 16 de julio de 2010

Fatalidad para mis sentidos


Sonrío e insisto en que me sigas contando, aunque no entienda yo de esas cosas, del coeficiente K, o la ley de la termoluminicencia... ¡Es que eres TÚ, acicalando momentos para MÍ!

Es regio el estado que transito para inmaterializarme con tu esencia sonora.

Es propicio admirarme de esas conversaciones que me serán siempre ajenas, y disfrutar la luz marina de esos ojos, impresos en tu piel poco mirada por el sol, pero besada por la lluvia y abrazada por la neblina.

Sabes que muchas cosas no las entiendo, sabes que sólo quiero escucharte, que me digas más y añadas otro tanto, que tu voz se ha convertido en un vicio, una fatalidad para mis sentidos.

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Para F.
Perdón por los enojillos al respecto

domingo, 4 de julio de 2010

Leer o escribir, ese es el dilema



Alrededor los restos de una gota moribunda que cae del techo, resaca de "lo que la canoa se llevó". El clima está descansando, y yo de él.
No me motivan estos restos de enseres orbitando la habitación... No quiero ordenar.

Hay 2 cosas que quiero hacer, la una es sensata la otra no tanto.
Una es culturizante y la otra desculturiza.
Una enseña y la otra aprende.
La una yace y la otra despierta
Opto por la segunda, mi terquedad y yo nos empeñamos.

Era más fácil leer, más caché; escribir siempre saca de órbita a las mentes planetarias que circundan soles de pensares y pesares.

El libro redobla sus esfuerzos y me hace unos ojos elocuentes que persuaden, pero soy demasiado neófita en esto como para dejarme retener, así que lo miro de reojo y le repito serena y pausadamente que ya le dí su tiempo. Sólo eso me faltaba, ¡Ahora todos quieren tiempo de calidad!

Mi antibiblioteca (libros no leídos) se agiganta a mis espaldas y en vez de frustrarme, como cualquier sediento de conocimiento, plácidamente me deshago en letras. Siempre habrán películas no vistas, libros no leídos y palabras no dichas, nadie fenece por eso. Es parte de la vida, pues, la parcialidad. Sé lo que me ha tocado saber.

Debería dejar de ser tan extravagante.

No, no debería.

viernes, 2 de julio de 2010

Única Salida: Poesía Urbana



Las estaciones se revelaron y están en huelga indignadas.

El que fuese potente sol con su ataviado calor, opacado por el aire que sale de ese aparato blanco en cada vez más oficinas y buses cinco estrellas.

Gente de gestos petrificados desde el corazón, convertida en extensión de las paredes de su trabajo.

Árboles grises y cableados sembrados por trabajadores gubernamentales.
Fauna reducida a zopilotes, palomas, ratas y perros callejeros.

¿Qué queda natural o bueno en la ciudad, si las aguas negras son la sangre que corroe sus venas?

¿Qué es lo que queda?
Poesía Urbana

Obstinado vicio comercial



Tenemos una boda en la casa este domingo (no mía por supuesto jeje) y nadie aquí sabe dónde poner tantas carajadas.

Miro arriba y hay cosas, abajo, a los lados, que quisiera desaparecerlas con chasquidos o movimientos de nariz, según enseñaban esas series del recuerdo. Meter todo en cajas no soluciona el problema, lo cambia de lugar.

Comprar usualmente se convierte en un vicio del cual intento persinarme al cruzar la puerta de mi casa, pero sucumbo vencida de vez en cuando ante el ataque directo de tanto accesorio.

Cuando uno se da cuenta los chunches parecen sofocar el espacio y ya nadie sabe qué hacer con ellos.

Creo que mi casa tendrá lo básico.

Lo que "vendrá por añadidura", frase de la que habla el evangelio de Mateo, para muchos se ha distorcionado en forma de aparatos electrónicos que deben reemplazare cada temporada.

viernes, 25 de junio de 2010

Dilecciones Geológicas


La luz del mineral de tu secreto
la revelará lo ultravioleta
de un cariño encendido.

Si soy ámbar en tu boca
o rosa del desierto a la distancia,
si somos minerales en bruto,
pulamos con la fuerza de los dos
lo que nos ha sido permitido.


Escribiré con puntas de lanza,
los sabores de tu magnetita fuerza
que me atrae a tu amatista corazón;
mitad vidrioso, mitad humano.

A tu encuentro llevaré
vestido de cuarzo rosado,
cabello de venus,
y ojo de halcón o de tigre,
para divisarte entre tanta calcita.


Con el cristal de roca
desharé tus fantasías,
brecha hidrotermal del destino.

Lloverá granito,
nevará por vez primera
obsidiana copo de nieve,
aplacasen tormentas darenisca.

No serás más roca ígnea,
derretiré tu magma,
aplancharé los pliegues esquitosos
de tu diamante negro.

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Cosillas que dejan las visitas a un museo de geología.

jueves, 24 de junio de 2010

Rutina de la Estabilidad


Probablemente repetiré a lo largo del campo sinóptico, mis neuroideas.

Probablemente se aburra la tarde de mis delirios ya típicos.

Quizá no varíe mucho mi esquema, mis dedicatorias,

quizá... siga siendo la misma yo al final del mismo camino.

Puede que pase cultivando el mismo jardín,

rutina de la estabilidad que se enreda en mis escritos.

martes, 22 de junio de 2010

Masticando olvidos














No suelo olvidar una cara... Así que cuando la ví, crucé la calle, la intercepté y con una gran sonrisa sólo compacté a decir:

-¡Hola! Tanto tiempo!

(Un ceño al borde del fruncimiento prende las lucecitas rojas de mi sistema y me indican que no reconoce mi sistema)

-Disculpe ¿La conozco? Tengo idea, pero no estoy segura....
-(¡Por supuesto que síiiiii! Jugábamos juntas y nos...) No, perdón, me confundí.

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Cuando caminaba para el colegio, la voz proveniente de la casa con verjas verde agua, me susurraba cantos casi angélicos, parecía que arreglaba el carro.

Llegó a ser un tanto viciante escuchar esas melodías que bien sabía, no eran para nadie, y pertenecían a las transeúntes.

Una vez, siempre con el oído atento, caminando más lento de lo normal, volteé y no vi nada, sólo el carro aparentemente en perfecto estado. Entonces entendí que no volvería.

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Cuando con título en mano, crucé las viejas puertas del portón de la escuela, mi padre inquirió en que si comprendía lo que eso necesitaba.

-Sí- sonreí certeramente y callé.

Porque claro que comprendía lo que eso significaba, porque sabía que ese era el último día en el que vería al que por 6 años y medio fue mi amor platónico: Efraín.

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Han quedado atrás muchas cosas y personas con las cuales pensé no poder vivir, y estoy segura que seguirá pasando. Con el tiempo va quedando la familia, y uno que otro.

El asunto es que la transición sea como cuando se va al médico: "rápida y sin dolor".
El asunto es que soy lenta para masticar olvidos.

miércoles, 16 de junio de 2010

Parpadeo y han pasado años, quizá siglos


Tengo que hacer tantas vueltas en el camino, pero es que el tiempo es tan escaso....
que ya no sé si detenerme en esta respiración para percatarme del mínimo elemento del ambiente o si seguir trotando al ritmo de la vida.

Parpadeo y han pasado años, quizá siglos.

Se vara mi reloj pero nunca el tiempo. Él es firme, él no descansa, no celebra San Valentín, Cumpleaños ni Navidad. No se detiene para pequeñeces ni para inmensidades.

Hay tanto por vivir, que he optado por no reparar mucho en ello o voy a enloquecer un tanto más.

Tanto que se lo está llevando el pasado... y que me es negado percatarme, por tener que estar siempre con la mirada de frente, y un paso más adelante que el resto.

martes, 15 de junio de 2010

Verde que te quiero ambiente.

Ver imagen en tamaño completo

Pala, botas de hule, sol...

El día del medio ambiente fui a sembrar árboles, aunque los míos eran los más raquíticos.
Según el conteo extra oficial de F, plantamos 23 entre los 2.

Lástima que muchos iban con el enfoque de pasear y no de trabajar... Estos humanos no acaban de sorprenderme...

Pero nosotros somos de otra especie...

Hormigas sin descanso, sin tiempo en el viento, un instante.

Distancias y barreras existenciales fueron enterradas ese 5 de junio, y sembrada la vida, en el amanecer del ensueño que viste el coraje de tul.

Aniversario de un café (Mc Café?), de una guitarra invisibilizada, y de una blusa que me ves una vez al año.

Qué día.


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Parece que estoy volviendo,
parece que con menos equipaje en el asiento

viernes, 28 de mayo de 2010

200 entradas... y todavía luchando, ahora con una mancha .

Imagen publicada por Elvisbon © 2010 HispaVista · Globedia.


Nunca pensé ver muchas cosas.. como esto.
El negro le gana el pulso a la vida.

Pincharon el fondo marino con pensamientos embilletados,
sin ocasionar el efecto de la doncella durmiente,
sino que despertaron a la mancha.

Hoy se desinfla una gran reserva petrolera en el golfo de México, ante la codicia (hoy demostradamente insostenible), de los "grandes" empresarios de British Petroleum que juraban que su proyecto era a prueba de fallos.. ¡Como el Titanic!.

Hoy se hunde el navío de salinas esperanzas, cae a lo profundo de una pesadilla despierta.

Nosotros lo vemos en el palco de un circo mediático, mientras pasa por nuestra mente: "¿Y ahora? ¿Persinarnos y que Dios nos agarre confesados?"

Poco le ha importado el medio ambiente la be$tia devoradora...
...Sólo ahora que queda muy poco por hacer
y mucho qué lamentar.



lunes, 26 de abril de 2010

Esa muletilla diurna que no duerme.

Memories, imagen publicada por Eyecatcher en Flickr.


¿Por qué las manos se ensucian?

¿Por qué se pierde la piel?

¿Por qué el sentido envejece?

¿Por qué duele el sentimiento?

¿Por qué arrecia el recuerdo y permanece el olvido?

¿Por qué hasta las palabras se quiebran?

¿Por qué no hay quién las rejunte?

¿Por qué?


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Intertexto del poema "Muletilla", de S. Miranda.

miércoles, 21 de abril de 2010

Apología de un cerro

Memorias del Chirripó
2007


Un cerro es un cerro, no es una colina, ni una loma, tampoco una montaña, monte o volcán, la diferencia se la dejo a los geógrafos.

El día anterior al día cero, viajamos hasta la zona sur, el plan era no comer mucho en la noche para desayunar bastante porque necesitaríamos esas energías. La sorpresa y cambio en el plan original, fue que la Sra, amiga nuestra, madre de la más joven de las arriesgadas, nos tenía preparada una cena carbocalórica a altas horas de la noche, que fue cuando llegamos. Hubo cierto intercambio de información en el aire por espacio de unos microsegundos, hasta que todos accedimos, por instrucción en forma de sonrisa y un amable agradecimiento de nuestra líder, K.

Al día siguiente muy temprano salimos hasta la parada que nos llevaría a una hora del pie del Cerro Chirripó. Todos éramos primerizos. Era mejor así.

No hubiera subsistido a la escalada sin el bastón de caña o bambú, que pagamos en recepción, cuando aun sosteníamos nuestros rostros sonrientes. Luego, con los daños, vimos que no eran un lujo ni un "tiliche" más, era menester llevarlos.

Al momento de llegar a la recepción, descubrimos que los caballos ya habrían subido hacía escasos 7.6 minutos... ¡No podía ser! ¿Subir esa empinada cosa con nuestro equipaje al hombro?. Eso no estaba en el contrato... Además no éramos más que 5 mujeres y un niño.

Optimistas algunas vacilaban sobre los músculos que íbamos a sacar..

El trato era descansar por cada hora, cinco minutos; pero a mí se me hizo como que descansábamos una hora cada cinco minutos.

Adentro del zapato llevábamos una media, dentro de la media una bolsa y dentro de la bolsa otra media, quizá otra bolsa y otra media... y luego el pie, que no se salvó de la lluvia.

Casi resbalo en una naciente de agua, unos cientos de metros más abajo hubiera asegurado que era agua de un tubo mal puesto.

Nadie cayó al precipicio, lo de los gritos descomunales debió haber sido un éxtasis de locura del niño, luego nos dimos cuenta que K y sus hermanas se asustaron ya que pensaron era una tragedia. Seguir subiendo. El impulso que nos tenía que durar días.

Envejecíamos un paso y rejuvenecíamos dos, dicen los lugareños que es el aire de las montañas es el único aire, insinuando que lo que tenemos en San José son sólo diversas patologías gaseosas.

De la nada escucho por parte de K, que iba al lado mío:

-¿Has probado el chocolate suizo?  - No, respondí excéptica.

- ¡A que los que vienen son suizos y andan chocolate! - insistió alguna.

Pocos instantes después heme ahí, tragándome mis palabras, y el pedazo de chocolate suizo de un par de suizos igual de perplejos que yo.

Al seguir, y seguir, por un momento pensé que no llegaríamos antes del anochecer. Y no llegamos. No preciso cómo estaba la luna, pero creo que no estaba encendida del todo. Chocábamos con paredes de piedra y tierra, con planicies oasísticas, hasta que empezó a verse una luz artificial intermitente, nos pareció la entrada al cielo.

Ya en la estancia que precede unas 4 horas al cerro, y de noche, con las energías botadas en alguna parte de la montaña, no sentía hambre, el cansancio era más fuerte y el sueño más tentador...

-"Sólo un plato de sopa caliente por favor, que este es el clima más frío del país"- inquirí inerte.

-"Afuera está a 8 grados, creo que sobreviviremos si sacamos el sleeping para ver estrellas fugaces"- alentó alguna.

-"¿Qué? No puedes amiga sacar ese colchón a la intemperie. No es nuestro... ", unos instantes después.. "Ay qué cómodo, Gracias!" - Descubrí que tenía que empezar a hablar menos, o mis palabras iban a terminar acabando conmigo.

Las 6 cabezas estábamos afuera boca arriba, en competencia para distraer a nuestros labios morados, encolchonados y sleepinizados.

-No sabía que tantas estrellas podían verse juntas en estos tiempos- se oyó.

-Yo tampoco- y eternicé esa bóveda azúl con blanco y amarillo.


Fue difícil dormir esa noche, el frío se filtraba antojadizo por cada poro de las cobijas, húmedas aún del aguacero de las horas que arrastraba.

Al día siguiente escalamos al Cerro Chirripó, el pico oficial. Las fotos nos sacaron lo único que nos quedaba por dentro, porque a toda costa teníamos que devolvernos con algo más que evidencia mental.

La menor (pero no menos valiente), de regreso, abrió camino con sus manos y nos hizo un atajo, para ahorrarnos buena parte del trayecto, fuimos detrás de ella buscando la manera de ganarle a la distancia, de adelantarnos al tiempo.. Solo unas cuantas incisiones no muy profundas le quedaron como recuerdo de ese día.

Juré nunca volver el día que subimos aquello, y hoy muero por ver otra vez, la vista panorámica desde 3820 mts sobre el nivel del mar, eso que solo se ve, se vive y se siente allá...

...porque un cerro es un cerro, no un edificio de muchos pisos.

lunes, 19 de abril de 2010

Murmullos


Siempre el murmullo en las calles, en las aceras, en la mente

en el aire contaminado con dióxido de palabras,

a veces sin estar sazonadas, sin adobar.



Serenata diurna al bardo solitario, al juego de naipes,

enervamiento mental de cuando en cuando...

Pero siempre ese murmullo de gentes,

Eco suave, terco, interminable e incontable

murmullo inmortal...



Así como la música respira en sus silencios empentagramados,

y la literatura en sus signos puntuados,

las gentes deberían escuchar,

pero lo nacen, lo viven, lo pulen, lo murmullan.