
Sé que caigo en vanas generalizaciones de vez en cuando, pero los hombres son en su mayoría, una especie anómala. Compran las frutas a primera vista más lindas, sin que les importe si después les salen podridas o les resultan otra cosa. Entonces las frutas no se esfuerzan por ser vitamínicas y esenciales, ni auténticas, sino por no tener ninguna mancha a simple vista.
Una cáscara linda debe ser solo el reflejo de una fruta sana y nutritiva. No un espejismo de un oasis que existe solo en la mente de quien se autoengaña.
No obstante, las mujeres por lo general pedimos a quien nos vende las frutas, que nos corte una muestra antes de llevarla.
Hace algún tiempo había escrito algo que mandé a mejor vida , decía algo así como que siempre hay quien con una mirada te ama y quien con un beso te engaña. Es cuestión de esencia, de esencia... ¿Por qué no te quieres dar cuenta?
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