martes, 10 de marzo de 2009

Ráfagas de Viento




No sabemos por qué,
pero el viento tiene prisa.
Calculador, no se deja ver
ni cuando se pone a correr.

Todo de él encierra enigmas,
de dónde viene, a dónde va,
sopla por donde quiere,
pero siempre lo sentimos pasar.

Estrepitosamente con furia
cuélase por todo espacio,
crúzase en cada esquina,
sacudiendo, desordenando.

Llevándose consigo
lo que no aprisionemos
con el peso de su exigencia,
de su arrogancia.

Este frío no me lo quita un café,
ni dos, ni tres.
Mi aliento se pierde,
en las ráfagas de viento.

No hay comentarios: