
Mientras me estaban asaltando la semana pasada, millones de ideas se cruzaron relampagueando en mi memoria, porque ellos me estaban quitando mi billetera pero no mis riquezas, se llevaron fotos mas no a mi familia, me despojaron de mi cédula pero no de mi identidad, de mi biblia mas no de mi fe.
Por lo menos sabía que tenía una casa a la cual regresar aun cuando no tuviera nada más que dar que un par de manos vacías y temblorosas.
Me condeno fielmente a las rejas de mi casa, porque afuera no tengo la libertad por la que tanto lucharon mis antepasados, ya que para variar, también a ella SE LA ROBARON.
No hay comentarios:
Publicar un comentario