miércoles, 30 de septiembre de 2009

Intersección de dos líneas que tuvieron que hacerse paralelas

Está sellado casi con anillo, el decreto real que dice
que estás del otro lado del puente que construímos.
Es un puente frágil, que veo deslizarse en cada soplido.
Temo que se rompa, pero tampoco te quiero del otro lado,
enrollo mi pergamino.

Polos diametralmente opuestos,
que derretimos con el ímpetu de un "te quiero",
que se atraen proporcionalmente
a su incapacidad de estar unidos,
paradoja del destino somos...

...Cuando río, lloras,
si callo, explotas en palabras,
si velo, duermes profunda y apaciblemente,
si olvido, recuerdas,
si voy en pos de esa ruta, tú vienes por la otra...

¿Será que nos topamos en el punto medio del camino?
Del camino de tu lágrima cayendo en mi sonrisa,
de tu voz atenuando mi silencio,
de mi incansable velar de tus sueños..
Del camino en el que recuerdas mis olvidos,
y en el que te voy a recoger, cuando vienes 
a nuestro punto de encuentro,
ese que tuvimos que inventar, manipular, forzar,
esa intersección de dos líneas que tuvieron que hacerse paralelas.

1 comentario:

JJ dijo...

Creo Duendecilla que ya lo he dicho antes pero me gusta leerte tan seguido.
Me alegra que las líneas paralelas al fin converjan
Un beso