y que te adueñes del personaje,
no podrás evitarlo, serás el Rey
aunque eso ponga tu vida en jaque.
Pero yo no me disfrazaré de Reina,
no me esperes llegar galopando
con vestido de púrpura realeza,
no quiero ser tan predecible.
Déjame despreciar al Caballo,

que no soy buena en hípica.
Pero y si me asomo desde lo alto
de la siempre vigilante Torre,
no haría más que verte de lejos,
y desear descender como Rapuncel.
No confío en el alfil
que a tu par se ha postrado,
como si sospechara
mi presencia en el juego.
Me vestiré de Peón,
uno de tantos iguales,
así ni me verás avanzar
con pasos lentos pero firmes
de esos que van siempre adelante
sin perder el foco.
Así llegaré al otro lado,
sin bombos ni platillos,
y cuando menos esperes,
me verás convertida...
...en Reina.
2 comentarios:
wow hermoso, realmente hermoso.
Me encantó en sobremanera!
Primera vez en tu blog.
Saludos
Gracias Heidy, qué linda.
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