
Un día de estos aprendí a cazar.
No animales, sino ideas.
Armada con la flecha de punta de lápiz
y su estuche de cilíndrico papel.
Los instantes son comodines,
o los usas cuando aparecen,
o quizá no te salgan luego al encuentro
como sí lo harán las gotas del olvido.
Decidí pues, ser un hada cazadora,
siempre lista porque la vida no espera.
____
Para I.
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